El incendio que se declaró el pasado sábado en la comarca de las Cinco Villas, en el término de Luna, ya se encuentra controlado y prácticamente extinguido. Aunque se siguen realizando tareas de remojado de la zona y labores de vigilancia para tratar de que el calor y el fuerte viento de estos días no reavive los rescoldos.
En la extinción del incendio han llegado a participar hasta unas 400 personas, entre cuadrillas terrestres, una sección de la UME y medios de apoyo llegados de Cataluña, Valencia y Navarra; así como varias autobombas y medios aéreos. Vicente Guillén, el consejero de Presidencia, ha agradecido la magnífica labor llevada a cabo por todo el personal de las distintas administraciones, Gobierno de Aragón, DPZ, Ministerio y otros organismos. Guillén ha agradecido a los vecinos de la zona sus trabajos y ha hecho especial mención a los efectivos de la UME.
Vicente Guillén y Joaquín Olona se reunieron en Biota con los alcaldes de las poblaciones damnificadas para hacer un inventario de la superficie quemada y de las instalaciones que hayan sufrido algún problema. Además, se deberá evaluar si se pone en marcha un plan de reforestación y otro para que las pérdidas y daños sufridos puedan ser resarcidos, según comentó Guillén.
Según el informe del Gobierno de Aragón, el fuego ha arrasado en total 14.163 hectáreas, de las cuales 7.000 hectáreas son de masa forestal, 4.251 arboladas y 2.825 desarboladas, a lo que se suman 6.936 hectáreas de cultivos y 132 de otros usos. Según el sindicato UAGA, las hectáreas de cultivo calcinadas corresponden a cereal de secano, entre el cosechado y el que estaba sin cosechar en las poblaciones de Biota y Luna, y también a campos de almendros.
Fuentes del departamento de Medio Ambiente han reconocido que se trata de un auténtico desastre ecológico, ya que el panorama que ha dejado el fuego es desolador, en unos de los incendios de mayor extensión que se recuerdan en décadas en Aragón.
Los vecinos desalojados el sábado ya pudieron regresar a sus casas este lunes. En total se desalojaron unas 110 personas entre los 60 que viven habitualmente en Orés, los habitantes de Biota y Faradués, y los vecinos que se encontraban de fin de semana o vacaciones estivales en el pueblo.
Tras el regreso de los vecinos, la situación en el pueblo está “tranquila”, según el alcalde de Orés, Antonio Campos, dentro de la “desesperación de ver todo calcinado” y que supone “una pérdida tan importante de masa forestal”.
Además del incendio en las Cinco Villas, se declaró el miércoles otro incendio en Lupiñén, en la comarca de la Hoya de Huesca. El incendio se originó en la Finca Torreseca, en un campo de cereal situado en una ladera próxima a un parque eólico. Las llamas avanzaron hasta un carrascal cercano. Este nuevo incendio ya se encuentra controlado tras arrasar unas 300 hectáreas. De estas hectáreas calcinadas, 50-70 son forestales y el resto agrícolas, según las primeras estimaciones realizadas por el Gobierno de Aragón.
Las mismas fuentes han señalado que el incendio se inició a las 14.30 en un campo del término municipal de Lupiñén y debido al fuerte viento se extendió posteriormente a gran velocidad por varios campos de cereales, según informó el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.
En el operativo de extinción participaron tres helicópteros del Gobierno de Aragón, un helicóptero del Ministerio de Medio Ambiente, un hidroavión del Ministerio, dos helicópteros de la BRIF de Daroca, tres cuadrillas terrestres, 2 autobombas y una nodriza. Asimismo, en el control del mismo participaron activamente varios vecinos de la zona con tractores que realizaron cortafuegos para cercar el incendio.
El incendio quedó estabilizado sobre las seis de la tarde de ayer y ya se retiraron los medios aéreos. Durante la noche permanecieron dos cuadrillas terrestres y dos autobombas ante el riesgo de que el viento reavivase los focos.
Por otra parte, se ha estabilizado otro fuego declarado en la localidad zaragozana de Alborge.