Un enemigo ahora aún más peligroso:
La reciente prohibición por parte de la UE de algunas de las sustancias neonicotinoides más utilizadas para protección eficaz de la semilla frente a determinados insectos de suelo, plagas aéreas y enfermedades como el virus del enanismo rugoso, deja al cultivo de maíz en una situación de mayor exposición frente a dichos agentes, aunque sea posible utilizar todavía otras formulaciones también a base de neonicotinoides de perfil
toxicológico menos agresivo.
A pesar de que esta enfermedad sea endémica y habitual en algunas zonas del valle del Ebro, durante la campaña 2012 se produjeron ataques muy severos en algunos campos de maíz de las provincias de Huesca y Lleida. Si los frecuentes ataques registrados en campañas pasadas ya demostraron claramente que el método de control más efectivo es el uso de variedades tolerantes, en esta campaña, y en tanto no se dé con alternativas de tratamiento de semilla que cumplan con los requerimientos medioambientales exigidos por las autoridades comunitarias, la tolerancia genética frente a virosis es mucho más importante que nunca.
No obstante, y dado que ninguna variedad es inmune frente a MRDV, hay una serie de factores externos que pueden hacer aumentar o disminuir el riesgo de sufrir esta enfermedad en nuestro cultivo:
Utilizar semilla tratada: la mejor forma de reforzar la tolerancia genética propia de cada variedad, es la utilización de semilla tratada, que incorpora los mejores insecticidas sistémicos disponibles para protegerse de los ataques del vector del virus durante las primeras fases de crecimiento de la planta.
Realizar una siembra temprana: anticipar la fecha de siembra ayuda a disminuir el riesgo de sufrir ataques fuertes de virosis al evitar la coincidencia de los periodos de mayor prevalencia del vector del virus con las fases en las que la planta de maíz es más vulnerable. Tener en cuenta los cultivos colindantes: otro factor de riesgo es el cultivo colindante a la parcela de maíz. Las gramíneas, ya sean cereales de invierno o para aprovechamiento forrajero, son un huésped alternativo para el virus. Cualquier campo colindante o próximo a nuestro campo de maíz podría ser una reserva potencial que se puede traducir en mayor porcentaje de plantas de maíz afectadas. Esto es de mayor importancia cuando se realiza un aprovechamiento forrajero (cebada, festuca,…) puesto que puede facilitar que los vectores transmitan el virus de ese cereal a las plántulas de maíz cercanas que se encontrarán en los primeros estadios, y por tanto, serán más susceptibles y mostrarán antes los síntomas de enanismo. También se recomienda mantener los campos y márgenes limpios de malas hierbas, en especial, de aquellas que pueden servir de huésped alternativo para el virus, tales como, Echinochloa, Digitaria, Setaria, …
Para combatir el MRDV, Pioneer recomienda las variedades de maíz:
Fuente: Dupont Pioneer