El triticale es el primer cereal en ser creado por el hombre. El triticale es un híbrido procedente del cruzamiento entre el trigo y el centeno. Su nombre proviene de la mitad del nombre de cada uno de los géneros de sus progenitores. Es un cereal de apariencia intermedia entre el trigo y el centeno, aunque morfológicamente es más similar al primero. Normalmente es más alto que el trigo, posee hojas más gruesas y grandes, y sus espigas son de gran longitud. El triticale presenta un gran vigor y la presencia de ceras epicuticulares y su modo de cristalización hacen que las plantas muestren un color verde-azulado que se maximiza poco antes del espigado.
A nivel mundial, el mayor productor de triticale es Polonia, seguido de Alemania y Francia.
El triticale fue creado en el laboratorio a finales del siglo XIX, y en 1876 se obtuvo por primera vez, pero era estéril. En 1888 ya se obtuvo un híbrido fértil. El objetivo del triticale era obtener un cereal que reuniera las bondades del trigo y el centeno. Por un lado, el triticale ofrece un rendimiento y una calidad nutritiva que son iguales o superiores a las del trigo; y además presenta un buen desarrollo en suelos pobres así como resistencia a las plagas y enfermedades típicas del centeno.
Existen dos tipos de triticales:
-
Primarios: obtenidos directamente del cruzamiento entre el trigo y el centeno. Actualmente no se cultivan porque son agronómicamente bastante pobres en cuanto a propiedades.
-
Secundarios: obtenidos tras cruzar triticales primarios con trigos o con otros triticales a fin de mejorar sus características, ya que se deriva de la combinación de un primario con un trigo, así se consigue una mejora.
Los estudios de mejora del triticale se iniciaron en México en 1962 por el Premio Nobel de la Paz (1970), el doctor Norman E. Borlaug, investigador del Centro Internacional de Mejora de Maíz y Trigo (CIMMYT). El doctor Borlaug vio el potencial competitivo con el trigo en ambientes y suelos marginales a pesar de los precarios recursos genéticos de esta época. La mejora genética continuó durante más de 40 años y el triticale primaveral dejó de ser una curiosidad científica y se volvió un cultivo competitivo en este país.
El triticale muestra, en general, una mayor resistencia a las enfermedades que el trigo, con un elevado nivel de resistencia a Septoria tritici, y buena resistencia a determinadas royas, a roya negra o del tallo y a roya parda o de la hoja.