El primer corte de alfalfa se inicia esta semana en las zonas más tempranas de Aragón (el Bajo Gállego). Se irá generalizando el inicio de la campaña en el resto de zonas productoras de alfalfa de Aragón (Canal de Aragón y Cataluña, Riegos del Alto Aragón,…). Estamos en un año en el que está previsto que se superen las 80.000 hectáreas de cultivo en Aragón.
Va variando la superficie destinada a alfalfa. Se incrementa y disminuye en unas 3.000 ó 4.000 hectáreas. Este año toca incremento, con lo que se pueden superar las 80.000 hectáreas (habrá que ver si se confirma esta cifra con las declaraciones de la PAC).
El problema de las segundas calidades (con difícil salida tanto en el mercado interno español como en el mercado internacional) ha llevado a muchos agricultores a renovar la alfalfa, es decir, a labrar y a volver a sembrarla.
Además, hay agricultores que, dada la situación de precios del maíz, han decidido apostar por la alfalfa, gracias por otra parte a las expectativas abiertas con China.
De momento no hay excesivos problemas de calidad; simplemente los lógicos del primer corte, con algo de hierba. En sanidad vegetal la cosa va bien y sólo hará falta realizar algún tratamiento para las alfalfas que se vayan a recoger en primer corte a finales de abril.
Hay que recordar que el forraje en Aragón era hace tan sólo unos años un cultivo secundario; la palabra exportación supuso la entrada en una nueva era. La alfalfa se convertía en actividad principal en muchas explotaciones agrícolas. El destino fundamental ha sido hasta ahora Emiratos Árabes.
En 2014 se producía un nuevo hito en el comercio de la alfalfa. Se conseguía, tras duras negociaciones, entrar en el mercado chino. La pregunta es ahora ¿qué recorrido tendrá la exportación a ese país? De momento este año se va a seguir exportando a China. Y habrá que cumplir con los estándares de calidad que impone ese país.
Fuente: diariodelcampo.com