Descripción
La oruga defoliadora de gramíneas es un lepidóptero de nombre científico Mythimna unipuncta. Se trata de una especie que pasó desapercibida en Europa hasta que en las década de los 50 se descubrieron por primera vez daños en maíz en algunas zonas de Francia.
En España se halla ampliamente repartida por todo el territorio. En la Comunidad Autónoma de Aragón se tiene constancia de daños en cultivos, principalmente maíz y arroz, desde principios de los 90. Desde ese año las poblaciones y los daños han ido aumentando progresivamente. La comarca de Monegros (Huesca) está soportando en la actualidad los daños más llamativos, donde produce elevados daños en algunas parcelas de maíz.
Los adultos son mariposas que tienen una envergadura de 3 a 3’5 cm, siendo sus alas anteriores de un color marrón caoba con un característico punto blanco diferenciable en la parte central del ala superior.
Las orugas se alimentan de gran número de gramíneas cultivadas y silvestres. Son de un color variable en función del tipo de alimentación, siendo su característica más llamativa sus tres franjas dorsales longitudinales con tonos blanco-amarillentos bordeadas de negro. Su tamaño es de 3 a 3’5 cm.
Ciclo biológico
Esta especie presenta distinto número de generaciones en función de las características de cada zona. En Aragón puede llegar a completar hasta cuatro generaciones. La primera generación se produce entre mayo y junio, la segunda a finales de julio, la tercera a finales de agosto y por último, en el mes de octubre.
La invernación la realizan como orugas o en forma de crisálidas, hasta su evolución en la primavera siguiente.
Síntomas y daños
Las especies vegetales más afectadas pertenecen a las gramíneas, tanto cultivadas como silvestres, de las que Mythimna llega a consumir la práctica totalidad de sus partes verdes. Además de gramíneas, también produce ataques pero de menor consideración en alfalfa, trébol, colza y remolacha.
Se trata de una especie muy voraz, por lo que el avance de los daños es muy rápido y fácilmente detectables, tanto por lo llamativos que llegan a ser como por el rastro que van dejando las larvas sobre las plantas atacadas. En la zona de Aragón, los cultivos que suelen verse mayoritariamente afectados son el arroz y el maíz.
En el caso del maíz, los primeros daños se aprecian durante el mes de julio, detectándose mordeduras circulares de gran extensión que llegan a eliminar toda la superficie de la hoja a excepción del nervio central. Además, en las axilas de las hojas pueden observarse gran cantidad de excrementos de las larvas.
Los daños en arroz, se detectan en las mismas fechas, llegando a devorar toda la parte aérea no sumergida de la planta.
Formas de control
A nivel práctico, es más recomendable centrar la vigilancia en aquellas zonas donde el nivel de infestación de las parcelas por gramíneas adventicias sea alta, pues seguramente sean ellas el foco inicial del ataque durante el mes de julio en cultivos de arroz y maíz.
Puesto que esta especie es muy agresiva y evoluciona muy rápidamente en condiciones favorables, se recomienda realizar tratamientos sobre los primeros rodales de daños que se aprecien. Se puede utilizar para su control gran cantidad de insecticidas autorizados con buenos resultados, y dado que estamos hablando de una amplia gama de cultivos que pueden verse afectados, habrá que seleccionar el producto autorizado en el cultivo en cuestión.
La eficacia de los tratamientos se ve mejorada cuando se realizan en las primeras fases de la invasión, momento en el que las poblaciones de orugas no son muy elevadas. El control se hace tanto más difícil y menos rentable cuanto más aumenten las poblaciones.
En el caso de plantearse un seguimiento de las poblaciones de adultos, pueden empelarse trampas sexuales tipo Funnel (embudo) y feromona de la especia Sesamia nonagrioides, pues es fácil de conseguir y obtiene un nivel óptimo de capturas.