El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), Andrés del Campo, apunta que “la Política Agraria Común (PAC) cuesta dos euros a la semana a cada ciudadano europeo (el equivalente al coste de un kilo de manzanas), por lo que no se puede concluir que estas ayudas salgan caras, máxime cuando permiten garantizar a los mercados internacionales el suministro de alimentos básicos a precios competitivos”.
Andrés del Campo (uno de los ponentes de la Jornada Informativa de Riegos del Alto Aragón) manifiesta que, pese a que en términos absolutos la PAC ronde los 55.000 millones de euros al año, “ciertamente se está hablando de una cantidad modesta en relación al Producto Interior Bruto (PIB) comunitario, pues apenas representa el 0,3 por ciento”.
Añade que “este pequeño porcentaje supone un gran apoyo para el sector agrario que, sin esta ayuda adicional, estaría condenado a su desaparición, ya que se ve obligado a vender sus productos en el mercado exterior por debajo de los costes de producción para facilitar a la población el acceso a alimentos de primera necesidad”.
Y aporta datos: “Los productos agrarios se venden a precios de los años 90, pero se producen con costes del año 2016; la renta agrícola, comparada con la de otros sectores como el industrial o el de servicios, representa sólo el 40 por ciento, de manera que la PAC contribuye a compensar esta brecha de ingresos y así paliar ligeramente las condiciones de precariedad del campo español”.
El presidente de FENACORE indica que “esta precariedad está convirtiendo el envejecimiento de la población en las zonas rurales en un problema crónico, tal y como lo demuestra el hecho de que los agricultores menores de 35 años tan sólo representen el 8 por ciento de los trabajadores del campo en toda Europa, mientras el grueso (el 54 por ciento) tiene una edad comprendida entre los 55 y los 65 años”.
Fuente: diariodelcampo.com