La Unión Europea desarrollará un proyecto del Gobierno de Aragón para elaborar un mapa de soluciones, buenas prácticas y remedios para la descontaminación de los suelos afectados por lindano en el territorio europeo, dotado con 600.000 euros para ejecutar entre los años 2018 y 2019. El director general de Medioambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja, se lo comunicó ayer al consejero aragonés de Sostenibilidad, Joaquín Olona, según informaron fuentes del Gobierno de Aragón en una nota de prensa.
Joaquín Olona y Daniel Calleja mantuvieron un encuentro de trabajo en Bruselas, junto con la europarlamentaria aragonesa Inés Ayala y el director de la Oficina de Aragón en Bruselas, Carlos Gómez, en el que Calleja ha informado acerca del acuerdo que se adoptó en la madrugada del pasado viernes. El consejero Olona manifestó que “es el momento de aprovechar la circunstancia para poner en marcha una estrategia de escala europea que pueda ser liderada por Aragón y en colaboración con distintos agentes de la Unión Europea”, quien está pensando en la Universidad de Zaragoza y otras instituciones académicas, territorios afectados, expertos y empresas especializadas en procesos de descontaminación de suelos.
Según Olona, el proyecto permitirá crear una red de excelencia y “avanzar así en el proyecto de establecer un centro tecnológico especializado en Sabiñánigo y relacionar la recuperación de suelos con la economía circular”. Joaquín Olona, la directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, y el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ya mantuvieron una reunión en el Parlamento Europeo a finales de abril con el equipo de Daniel Calleja y con una delegación de la ciudad de Hamburgo, muy afectada también por contaminación derivada de la fabricación de lindano.
Mientras tanto, antes de la demolición y descontaminación de la fábrica de Inquinosa, en Sabiñánigo, una empresa encargada por el Gobierno de Aragón está realizando sondeos geotécnicos desde hace tres meses en el interior y exterior de la antigua factoría. Las catas se están llevando a cabo en el subsuelo y los suelos de la fábrica cerrada y han dado positivo en varios puntos, en algunos de los cuales se han hallado restos de lindano a una profundidad de diez metros, algo que ya se preveía y que podría complicar las labores de descontaminación.
A finales de este mes se reunirán los comités institucional y social conformados para abordar la contaminación por lindano y conocerán los resultados de las catas y las pruebas para neutralizar el pesticida. El jefe de control ambiental de la DGA, Juan Carlos Rabal, indica que en esta ocasión también se están tomando muestras de los materiales del edificio, desde las paredes al tejado, para conocer en qué grado están contaminados y no confirma expresamente el hallazgo de residuos en el subsuelo “hasta que las muestras se analicen”.
Rabal señala que las muestras que se están recogiendo son envasadas herméticamente en bidones con su identificación y asegura que “son de baja peligrosidad”. Según las primeras apreciaciones, los bidones no tendrán que trasladarse fuera de España, lo que supone rebajar los costes con relación a los que se transportaron en 2012, y que fueron calificados de peligrosos.
Por otro lado, en 2018 se contará con la dotación económica para acondicionar las instalaciones de Pirenarium para la creación del futuro centro de referencia en la lucha contra los denominados Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), como es el caso del lindano.
Este nuevo laboratorio se plantea como la primera piedra de un futuro centro de referencia de la lucha contra los COPs, con el objetivo de transformar el reto de la gestión de los residuos de la fabricación de lindano en una oportunidad de desarrollo en el municipio y alternativa al actual modelo sustentado en empresas químicas convencionales. Paralelamente, siguen los ensayos químicos y con bacterias para desactivar la carga contaminante de los restos de lindano.
En el norte de España, aparte del de Sabiñánigo y el Gállego, hay más problemas de origen industrial, como los vertidos del pesticida lindano en la ría del Nervión, Baracaldo y Erandio, en Vizcaya. Recientemente también se han detectado problemas de contaminación por lindano en varios pozos de agua en O Porriño (Pontevedra). Aunque estos vertidos cesaron hace décadas, su depósito en las márgenes del río o en vertederos mal revestidos hace que cuando llueve, esta sustancia y otras se filtren al agua.