Como viene siendo normal en las últimas semanas, la ausencia de lluvias sumadas a las altas temperaturas que estamos sufriendo, forman un clima atípico en todo el territorio nacional. Este clima condiciona gravemente al sector agrícola, que en esta campaña pone en grave riesgo los cultivos de invierno principalmente, que arrastran además una nacencia tardía ya que las lluvias de finales de otoño impidieron la realización de tareas a tiempo. Los pastos también acusan la falta de agua y los árboles frutales han adelantado la floración antes de hora con el consiguiente peligro que supone al cuajado del fruto.
Según AEMET, las precipitaciones están por debajo de sus valores normales en prácticamente toda la península, tenemos que recordar que desde el pasado 20 de febrero no ha caído ni una gota en ningún punto de España, además las temperaturas están siendo inusualmente altas para el mes en el que nos encontramos. Lo que provoca, la degradación de los cultivos sembrados como el cereal y leguminosas, y el adelanto de los ciclos vegetativos de los árboles frutales y frutos secos.
Los cultivos herbáceos de secano, que ya se sembraron fuera de fecha debido a las lluvias de otoño, son los que más están sufriendo la ausencia de precipitaciones sobre todo en zonas como Aragón, Castilla y León y Castilla-La mancha a las que se irán sumando más comunidades como siga este clima desfavorable.
Los cultivos de girasol que ya deberían estar sembrándose en la zona sur de España, están acusando el mismo patrón que los demás cultivos, el atraso de las labores de sembrado ante la falta de humedad de la zona, que podrían afectarnos en Aragón si también sigue así. Mientras que los árboles frutales y frutos secos se ven afectados sobre todo por las altas temperaturas que provocan la floración del árbol, teniendo en cuenta que los arboles como el almendro, son muy sensibles a las bajas temperaturas en plena floración, el problema puede llegar en las próximas semanas en el caso que haya una bajada brusca de temperaturas.
Finalmente, por lo que respecta a los pastos, ASAJA afirma que la situación es alarmante y en el caso de no tener un desarrollo adecuado del pasto de cara a la primavera, provocaría un debilitamiento de la planta y supondría un incremento en los costes de alimentación del ganado extensivo.
Fuente: agroinformacion.com