Investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) han identificado un gen clave en la cebada que permite a la planta acceder al agua almacenada en profundidad en el suelo durante las sequías. Según estos científicos, el gen identificado promueve el crecimiento de raíces estrechas, lo que permite a la planta desarrollar raíces que penetran hasta el agua almacenada en las capas profundas de la tierra. De esta forma, la cebada puede sobrevivir durante etapas de sequía.
Los investigadores recuerdan que incluso en una sequía, hay agua a gran profundidad y poder criar plantas con el sistema de raíces capaces de acceder a esta agua significa que lo agricultores pueden mantener los rendimientos de cebada en condiciones de sequía. Este descubrimiento es clave para el cultivo de la cebada ya que el mayor reto al que se enfrenta en el mundo es la escasez agua.
La estudiante de doctorado Hannah Robinson ha llevado a cabo el primer estudio que tiene como objetivo conectar la arquitectura de raíz con el rendimiento de la cebada. Sus conclusiones serán impactantes, sobretodo porque permitirán la creación de un modelo para la predicción del rendimiento.
La señora Robinson ha identificado el gen a través de estudios en las especies de cebada y trigo. “Nuestros últimos hallazgos demuestran que el gen para el crecimiento de las raíces estrechas proporciona una ventaja significativa de rendimiento a lo largo de Queensland y Nueva Gales del Sur” dijo la señora Robinson. También apuntó que “la falta de lluvia causada por la corriente de El Niño ha reducido en quinientos millones de dólares el rendimiento de la industria del trigo y parece que va a tener también un impacto importante en la industria de la cebada”.
Australia es el octavo mayor productor de cebada en todo el mundo, su producción es de alrededor de 7,5 millones de toneladas de cebada al año. La mayoría de la cebada en Australia se utiliza para la alimentación animal y la producción de cerveza, pero en el norte de África y el suroeste de Asia, la cebada es un alimento básico.
Fuente: Universidad de Queensland