El último informe de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2015 se sitúa cerca de los 2.531 millones de toneladas, esto es, 3,9 millones de toneladas más de lo comunicado en diciembre pero todavía 30,1 millones de toneladas (un 1,2 %) por debajo del récord registrado en 2014. La mejora de estos datos se debe a las revisiones positivas correspondientes a la producción de trigo, principalmente en Canadá y Rusia. Esta mejora compensó las disminuciones en los EEUU, Rusia, Ucrania y la Unión Europea.
Las previsiones para 2016 sobre las cosechas de cereales son dispares. En el hemisferio norte, se ha completado la siembra de trigo de invierno, que representa la mayor parte del trigo cultivado a nivel mundial. En EEUU, se espera que las siembras de invierno caigan hasta niveles de 2010. En Europa, el clima seco obligó a Ucrania a reducir considerablemente la superficie de cultivo de trigo, pero las condiciones son en general favorables en Rusia. En Asia, la falta de agua en la India, causado por un monzón deficiente en 2015 y precipitaciones por debajo de lo normal, ha dificultado las siembras de trigo de 2016 y se prevé una disminución en la superficie plantada. El cultivo de trigo en China continuará sin cambios respecto al año pasado.
En el hemisferio sur, la sequía al inicio de la temporada en Argentina y Brasil podría dar lugar a la disminución de las plantaciones. Las condiciones son desfavorables en África meridional, donde el clima seco y cálido asociado al Niño ha debilitado gravemente las perspectivas de cosechas, en especial en Sudáfrica que se espera una reducción del 25%.
La FAO pronostica que la utilización de cereales en 2015/16 ha disminuido en 2’3 millones de toneladas desde el anterior informe hasta alcanzar los 2.527 millones de toneladas. Se estima que el consumo de cereales como alimento ascenderá a 1.096 millones de toneladas, lo que significa un aumento del 1’2% respecto de 2014/15. Mientras que los pronósticos en cuanto a su utilización para piensos ascienden a 906 millones de toneladas, lo que se traduce en un aumento del 1’3% con respecto a 2014/15.
Según los pronósticos, las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas que finalizan en 2016 se sitúan en los 642 millones de toneladas, esto es, un millón de toneladas menos que en diciembre pero 2,5 millones de toneladas (o un 0,4 %) más que su ya de por sí elevado nivel de apertura. A tenor de dichos pronósticos y la utilización prevista, la relación entre las existencias y la utilización de cereales a escala mundial se mantendría estable en torno a un 25 %. El pronóstico de la FAO para las reservas mundiales de trigo se ha ampliado a casi 211 millones de toneladas, esto es, 3,7 millones de toneladas más de lo notificado en diciembre y 4,7 millones de toneladas (o un 1,8 %) más que el año pasado.
La previsión relativa a las existencias mundiales de cereales secundarios se ha reducido en 5,7 millones de toneladas con respecto al informe anterior hasta los 265 millones de toneladas, una cifra que sigue estando 3,2 millones de toneladas (o un 1,2 %) por encima de la del año pasado. La revisión a la baja de este mes resulta en gran parte de una reducción en el Brasil y cifras históricamente más bajas (2004/05-20015/16) de los remanentes de maíz en la Unión Europea, que contrarrestan ampliamente los ajustes al alza de las existencias mantenidas en el Canadá, China, los Estados Unidos y el Paraguay.