El 48 por ciento del regadío español es localizado. La Federación Nacional de Regantes (FENACORE) habla de la eficiencia del regadío español, aunque todavía hay camino por andar, en el objetivo de modernizar más de un millón de hectáreas. El colectivo regante se enfrenta, no obstante, al problema de que económicamente no es viable.
El motivo se encuentra en que “los proyectos de modernización se diseñaron en función de unos costes energéticos que después se han multiplicado exponencialmente“.
La electricidad se ha encarecido más de un cien por cien desde 2008, siendo los costes fijos (que se deben pagar se utilice o no el servicio) más del 70 por ciento de la factura, lo que hoy por hoy impide amortizar la inversión de más de 6.000 millones de euros acometida hasta la fecha.
FENACORE da más datos. La luz representa ahora más del 40 por ciento de los costes relacionados con el agua, lo que hace insostenible el regadío a pesar de ser el garante de los alimentos básicos.
Organismos internacionales como la FAO insisten en la necesidad de aumentar la producción del regadío más de un 40 por ciento antes del año 2030, y más de un 70 por ciento antes de 2050, argumentando que este sistema produce cinco veces más que el secano.
FENACORE llama la atención sobre la necesidad de alcanzar una eficiencia tanto hidráulica como energética en el regadío. Esto si se quiere realmente conseguir un mejor uso del agua, que garantice el abastecimiento de los mercados a precios competitivos.
La Federación Nacional de Regantes añade que “las administraciones públicas deben tener en cuenta la confluencia de, por un lado, infraestructuras de riego modernizadas, pero de bajo consumo eléctrico; y, por otro, el desarrollo de cultivos con menos necesidades de agua y mayor tolerancia a las plagas (biotecnología)“.
FENACORE pide, por ejemplo, pagar sólo por la potencia utilizada y no por la teórica contratada, o favorecer la producción de energías renovables para autoconsumo a partir de sus propios recursos.
Andrés del Campo, presidente de FENACORE, afirma que “una normativa que facilite a las comunidades de regantes la producción de energía distribuida cerca de los centros de consumo (eliminando las trabas administrativas actuales) sería una alternativa eficaz para conseguir que el binomio agua-energía sea realmente una realidad en España“.
Fuente: diariodelcampo.com