Carbón del trigo (Ustilago sp.)
Los carbones desnudos de los cereales afectan a trigo, cebada, avena, triticale y centeno y están provocados por diferentes géneros de Ustilago. Son enfermedades de transmisión por semilla, destacando que los granos infectados presentan una morfología idéntica y similar a las semillas sanas. Ustilago sp. infecta a sus plantas hospedadoras sistémicamente. Se transmite en forma de micelio latente en el interior del grano. Algunas semanas antes de salir las espigas, las esporas empiezan a formarse. Cuando se seca, las esporas son dispersadas por el viento a las flores de las plantas próximas y germinan produciendo hifas infecciosas, y se establecen como un micelio latente en el embrión antes de que las semillas maduren.
Las plantas afectadas por la enfermedad suelen ser más débiles, con aspecto clorótico, menor ahijamiento, de talla más reducida que las plantas sanas y hasta el estado de espigado presentan una mayor precocidad. Es en la fase de espigado cuando se aprecian los síntomas más visibles, en el momento que las espigas salen de la vaina que las rodea, pues cuando éstas emergen ya todos los órganos florales están completamente destruidos y en su lugar aparece una abundante masa pulverulenta, de color negro-verdosa constituida por las esporas. Las esporas se desprenden muy fácilmente y son transportadas por el viento quedando únicamente los raquis.
Caries o tizón del trigo (Tilletia caries)
Se trata de un hongo fitopatógeno que ataca solo al trigo y se caracteriza por la formación de teliosporas negruzcas en el interior del grano. La enfermedad también se conoce como Tizón común y Carbón vestido. Los granos enfermos pueden desprender un olor desagradable por la formación de trimetilamina en ellos. La rotura de las semillas enfermas libera las teliosporas y da lugar a que éstas se adhieran a la superficie de granos sanos o el suelo, donde pueden sobrevivir entre estaciones.
Las hifas del hongo crecen intercelular y sistémicamente en el tallo de la planta sin originar síntomas distintivos hasta que se inicia la formación de la espiga, momento en que el hongo invade las semillas donde crece extensamente reemplazando el tejido vegetal por micelio y teliosporas. La siembra de semillas infestadas o la siembra de semillas sanas en suelos donde la enfermedad ocurrió en años anteriores son pues elementos claves para el desarrollo de la enfermedad.
Ataca los granos de trigo y sus efectos son visibles al final de la temporada, siendo los granos pequeños y oscuros debido a la desnutrición y a la presencia del hongo. Las glumas quedan abiertas y laxas y es posible ver el grano recubierto de clamidosporas en el interior. Estas esporas producen una sustancia, la trimetilamina, que le da un olor desagradable y característico. Las espigas atacadas pueden reconocerse fácilmente ya que quedan más erguidas que las sanas, debido al menor peso del grano y abren las glumas dejando ver parcialmente el grano.
Las medidas de control para limitar y reducir el ataque de estas enfermedades son:
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Utilizar semilla certificada.
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Caso de utilizar semilla de autoconsumo, no debe utilizarse semilla proveniente de parcelas infectadas.
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No utilizar para siembra grano de proveniencia desconocida.
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Ante la sospecha de que la semilla pueda estar contaminada, podrá optarse por la desinfección de semilla previo a la siembra.
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Métodos biológicos: Pseudomonas fluorescens. Se hace un tratamiento con bacterias en la semilla, que forman una cubierta en la semilla evitando el desarrollo de estos hongos.
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