La directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Begoña Nieto participó en la clausura de la Jornada Nacional de Riego Solar Fotovoltaico, organizada por la Asociación para la Investigación de la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera en Valladolid, donde aportó el dato de la reducción del consumo en 608 hectómetros cúbicos. Dijo que se ha producido una disminución acumulada del consumo de agua estimada en 7.905 hectómetros cúbicos entre el año 2000 y el 2013. El ahorro medio anual es de 608 hectómetros cúbicos.
Argumentó que este logro que se debe a las políticas de modernización de regadíos desarrolladas en los últimos años por las administraciones públicas junto a los regantes, encaminadas a lograr una agricultura sostenible y eficiente.
Asimismo, recordó que actualmente España cuenta con una superficie de regadío de unos 3,6 millones de hectáreas, que representa alrededor del 16 por ciento de la superficie agraria útil y aporta entre el 67 por ciento de la producción vegetal y el 59 por ciento de la renta agraria.
La directora general incidió en el hecho de que sea éste un sector productivo competitivo, que contribuye a mantener la balanza comercial agroalimentaria positiva, y que ha realizado un gran esfuerzo por modernizarse y adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales para producir más con menos.
Begoña Nieto aseguró que en estos momentos el riego localizado sigue una tendencia creciente y supone casi la mitad de la superficie de regadío en España, lo que nos convierte en el principal país del mundo en superficie de riego localizado con casi 1,8 millones de hectáreas.
La directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Begoña Nieto, aprovechó para destacar las posibilidades que ofrecen las energías renovables (como la energía solar fotovoltaica) para reducir la incidencia del coste energético en las explotaciones de regadío, y garantizar así su sostenibilidad económica, medioambiental y social.
Subrayó la repercusión que para la agricultura de regadío tiene el incremento del consumo directo e indirecto de energía durante la producción de los cultivos, tanto en energía eléctrica como por el combustible. Resaltó por ello la necesidad de llevar a cabo medidas para reducir ese consumo, que asciende a cerca de 5.866 Gwh, no sólo por el beneficio medioambiental sino también por el ahorro importante en los costes energéticos.
Fuente: diariodelcampo.com