Ya viene siendo habitual. O porque hay poca agua o porque hay mucha los agricultores de regadío apuestan por dobles cosechas para sacar el máximo rendimiento a sus explotaciones agrícolas. Este año hay muchas segundas cosechas de maíz, tras el guisante verde y la cebada. Hay algo de girasol pero de forma más puntual.
El desarrollo del maíz está siendo normal, a pesar de que el calor reinante puede considerarse excesivo. “Hace falta calor, pero no tanta” es lo que vienen a decir los agricultores. Y lo dicen porque, aunque hay agua suficiente, no se puede aportar toda la que sería necesaria.
No se puede aportar porque en unos casos la capacidad de transporte es limitada para el volumen necesario, y en otros porque se necesita energía (y hay limitaciones derivadas de la contratación o no del servicio, por el coste que acarrea).
El maíz sembrado en abril ya está espigado (como en la imagen superior), el sembrado tras recoger el guisante verde está a medio camino, y el sembrado tras cosechar la cebada acaba de nacer. En todos los casos la nascencia ha sido adecuada.
En principio, no se esperan problemas que mermen el rendimiento de las parcelas de cultivo. Por lo ya apuntado: Hay agua y lo lógico es que siga haciendo calor.
Hay dos cuestiones que conviene citar. Una relativa a Riegos del Alto Aragón. Como en otoño había dudas sobre si se podría llenar La Sotonera, los agricultores sembraron cultivos de invierno. Ahora, al haber agua, han sembrado segundas cosechas de maíz.
En el Canal de Aragón y Cataluña también hay dobles cosechas. Aquí la noticia está en el inicio del uso del agua del embalse de San Salvador. A ver cómo evoluciona la campaña de riego, a la espera de que en el año próximo esta regulación entre ya en explotación ordinaria (y se pueda utilizar el agua almacenada hasta su cota máxima).
Fuente: diariodelcampo.com