La cosecha del cereal de invierno tendría que haber comenzado hace ya más de dos semanas, pero las lluvias de estas últimas semanas han retrasado el inicio de la recolección. A pesar de estas complicaciones, las previsiones realizadas por Asaja Aragón, de las casi 780.000 hectáreas que ocupan estos cultivos en la Comunidad, se recogerán este año algo más de 2,4 millones de toneladas. Se trata de una cifra que se acerca a la producciones récord conseguidas en las campaña de 2013 y 2016 en las que se registraron 2,4 y 2,3 millones de toneladas respectivamente, y que supera la cosecha del pasado año en unas 300.000 toneladas.
El presidente de Asaja Huesca, Fernando Luna, recordó que las siembras de cereal de invierno se vieron condicionadas por la ausencia de humedad, debido a un verano y un otoño muy secos, que causaron una merma de semilla en el centro-sur de Huesca, pero permitieron que fuera “más tranquila” en el centro-norte, sin los encharcamientos de otros años.
La abundancia de precipitaciones en la primavera, fundamentalmente a partir de abril, “ha traído encharcamientos y problemas fitosanitarios en las parcelas de la zona norte de la Hoya de Huesca, Jacetania, Alto Gállego y Ribagorza”, explicó el representante de la organización agraria.
Fernando Luna destacó que a ello hay que añadir los numerosos días de viento de febrero y marzo que redujeron de forma significativa los días hábiles para la realización de tratamientos herbicidas. Estas complicaciones no han impedido, pese a todo, unas “buenas” previsiones de cosecha en Huesca, donde se podrían rozar los 1,1 millones de toneladas. En la totalidad de Aragón, las previsiones también son buenas, mejorando mucho las previsiones iniciales gracias a las lluvias de la primavera. La previsión de cosecha en Aragón para los cereales de invierno es de 2.415.000.
Las lluvias de estas últimas semanas han retrasado las cosechas, lo cual va a condicionar seriamente las segundas cosechas, por lo que conocer las hectáreas que este año se van destinar a maíz o girasol de segunda cosecha es una auténtica incógnita.
A los buenos datos de producción se unen también unas positivas expectativas en los precios. Unas perspectivas que deben también mucho a las intensas lluvias y el retraso que han provocado en la campaña. Porque la tardanza en el inicio de la recolección en todo el país, ha hecho subir las cotizaciones en las lonjas e incluso en los puertos. Además, en esta campaña se espera un descenso notable en la superficie de trigo duro en Estados Unidos que también podría beneficiar a la rentabilidad de los cultivos españoles. En cualquier caso, Luna se muestra cauto y señala que habrá que esperar a ver cómo se desarrolla la campaña y cuál es la calidad del grano, aunque auguró que “puede ser un año de precio bonitos para el cereal”.