El Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón ha publicado un nuevo Boletín Fitosanitario correspondiente al mes de abril de 2017.
Cereales de invierno
Las enfermedades criptogámicas foliares constituyen uno de los principales factores limitantes de la producción de cereales de invierno. A finales de invierno y principios de primavera se suelen dar las condiciones favorables para la infección y desarrollo de patógenos en los cereales. Es recomendable anticipar la vigilancia con el fin de detectar cuanto antes los primeros síntomas. Se deberá realizar intervenciones químicas cuando se superen los umbrales de tratamiento.
La roya amarilla es una enfermedad fúngica que afecta principalmente al trigo, pero también a cebadas, triticales y otras gramíneas espontáneas. La enfermedad se presenta al principio formando rodales de escasa superficie, que observados a distancia tienen un aspecto clorótico y amarillento. A finales del invierno y principios de primavera se suelen dar las condiciones favorables para la detección de los primeros focos.
El control de esta enfermedad pasa por:
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La rotación de cultivos y la realización de tratamientos fitosanitarios.
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En años con condiciones favorables para el desarrollo del patógeno (primaveras frescas y húmedas), monitorear la enfermedad para poder reaccionar a tiempo contra la plaga.
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Evitar sembrar variedades especialmente sensibles.
Han aparecido nuevas razas mucho más agresivas de esta enfermedad, contretamente la llamada Warrior/Ambition. No se conocen variedades con resistencia específica frente a la nueva raza de la roya. La resistencia o tolerancia de algunas variedades comerciales ha variado según los años. El control químico es el arma eficaz para el control de esta enfermedad. El agricultor debe asumir su coste como un insumo más en su explotación.
Vid
El oídio es un hongo que causa los daños más graves en el viñedo. Su incidencia depende de la variedad y de las condiciones climáticas. La estrategia para su control debe ser preventiva y procurar mantener protegidas las vides.
Dado que el hongo inverna en las yemas y los ataques a las cepas se producen de forma temprana, es importante realizar los tratamientos a partir del estado fenológico D (hojas incipientes), incluso antes de que los brotes alcancen los 10 cm.
Para el control de la Polilla del racimo (Lobesia botrana) se ha implantado con éxito la confusión sexual en varias zonas vitícolas de Aragón. Este sistema consiste en la instalación de difusores impregnados de feromona femenina para impedir que el macho encuentre a la hembra y ésta no sea fecundada. Con este método se han conseguido mejores resultados que los conseguidos con la lucha química y sin efectos adversos para el medio ambiente.
Fuente: Informaciones Fitosanitarias, Centro de Sanidad y Certificación vegetal.