La sesión “Las riadas del Ebro” se celebró en el marco de las jornadas “Verde que te quiero Verde”, que organiza cada otoño la Alianza Agroalimentaria Aragonesa. Allí se habló de la importancia de asegurar las explotaciones agrarias, y de proceder a la limpieza del río Ebro (cuenta con islas en su cauce de hasta 17 hectáreas de terreno).
Respecto al tema de los seguros, se incidió en la relevancia de asegurar las explotaciones agrícolas y ganaderas. Sobre todo para evitar la incertidumbre en torno al futuro del negocio agrario. Desde Agroseguro se apuntó que, sin ser expertos en meteorología, sí se ha observado una mayor frecuencia en los fenómenos adversos y de mayor gravedad.
Desde el Consorcio de Compensación de Seguros, Daniel Hernández (delegado territorial en Aragón) apuntó que “son indemnizables los daños materiales directos, los gastos complementarios (como desembarre, demolición o transporte a vertedero) y la pérdida de beneficios”.
Marisa Moreno habló en nombre de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), haciendo una pregunta: “¿Cómo podemos transmitir que mientras se ocupe la llanura de inundación lo seguro es que se volverá a inundar, aunque no sabemos cuándo ocurrirá exactamente?”. Utilizó lo siguientes términos a la hora de plantear medidas para gestionar el riesgo de inundación:
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Prevención
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Protección
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Preparación
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Reparación
Luis Eduardo Moncín, alcalde de Pradilla de Ebro, habló en esta jornada como presidente de la “Comisión de municipios afectados por el río Ebro”. Se destacó en numerosas ocasiones, desde el colectivo de personas afectadas por las inundaciones, en el hecho de que una misma riada provoca cada vez más daños. Se recordaron los episodios de inundaciones de 1961 en el siglo pasado, y de 2003, 2007, 2013 y 2015 en el actual siglo XXI. Los municipios ribereños piden una limpieza integral del Ebro.
La situación es desesperante en muchos casos, con una total impotencia año tras año ante los desastres que se producen en las márgenes del río Ebro. Hay agricultores y ganaderos que se plantean tirar la toalla y abandonar sus explotaciones porque la tensión que se vive cada año es tremenda.
El colectivo de agricultores era representado en concreto por Pablo Martínez, el cual recordó que en las inundaciones de febrero y marzo de 2015 fueron casi 21.000 las hectáreas anegadas, pertenecientes a 2.101 agricultores. Entre las medidas que propone se encuentra la limpieza del cauce, eliminación de islas (hay alguna que llega a tener hasta 17 hectáreas), habilitar zonas inundables sin virulencia y fomentar cultivos compatibles con la inundación. Y todo bajo el control de la Confederación del Ebro, sin enfrentamientos particulares.
Fuente: diariodelcampo.com