La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha señalado que España ha visto satisfechas la mayor parte de sus expectativas sobre la nueva normativa de producción ecológica. Dice que aumentan las garantías tanto para los productores como para los consumidores.
Isabel García Tejerina ha participado, en Luxemburgo, en la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea. Ha estado acompañada por el consejero aragonés de Agricultura, Modesto Lobón, en representación de las comunidades autónomas.
En este Consejo de Ministros se ha alcanzado un acuerdo sobre la nueva normativa de agricultura ecológica, lo que da paso a los trílogos entre el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo de Ministros para seguir avanzando en el dossier del reglamento.
Isabel García Tejerina ha subrayado la importancia de estos avances para España, como el país de la Unión Europea con mayor superficie destinada a la producción ecológica, con más de 1,6 millones de hectáreas.
La ministra ha destacado que se ha avanzado mucho sobre la propuesta inicial de la Comisión, que complicaba el fomento de este sector, ya que introducía limitaciones muy serias, como la dificultad de coexistencia en una misma explotación de producción ecológica y producción convencional.
Además, la ministra ha indicado que el acuerdo avanza en algo tan importante para España como es que “las importaciones cumplan con requisitos similares a los que nos exigimos dentro de la Unión Europea”.
Y en materia de sustancias no autorizadas en la producción ecológica, Isabel García Tejerina ha afirmado que también se ha avanzado hacia la armonización. En concreto, lo que se ha acordado es que, en el plazo de treinta meses, antes del 31 de diciembre de 2020, la Comisión presentará un informe y, en su caso, propuestas legislativas para tener un sistema armonizado de controles.
Isabel García Tejerina ha incidido en la importancia de que las exigencias a terceros países sean similares a las de los productores europeos, ya que eso ofrece garantías a los consumidores de productos ecológicos y, al mismo tiempo, protege a los productores frente a la competencia desleal de terceros países.
Modesto Lobón ha asegurado por su parte que lo aprobado constituye “una base para seguir negociando, si bien ésta no es completamente satisfactoria”. A este respecto, ha explicado que “Aragón no comparte la solución que se ha adoptado relativa a la aparición de sustancias no permitidas, como plaguicidas o residuos de fitosanitarios, en los productos ecológicos”.
Y es que en el Consejo se ha resuelto que, cuando se detecten residuos no permitidos en un producto ecológico, haya tolerancia si no hay intencionalidad por parte del productor.
Para Modesto Lobón “la tolerancia debe ser cero, independientemente de la culpabilidad o no del productor, pues está en juego el prestigio de los productos ecológicos, así como el propio concepto de la ecología; además de que, a largo plazo, este proceder iría también en contra del productor”.
Hay que apuntar que se ha dado luz verde a que, “para aquellos productores que tengan un perfil de bajo riesgo, los controles se realizarán sobre el terreno con una frecuencia máxima de dos años y medio; y en cambio en el resto de los casos la frecuencia será anual”.
Sobre las importaciones, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Aragón se ha mostrado satisfecho con la opción pactada que, tal y como ha declarado, consiste en que “el tipo de exigencias que la Unión va a tener con las importaciones de los productos ecológicos procedentes o producidos en terceros países será el mismo que se tiene para los productores comunitarios”.
Fuente: diariodelcampo.com