Tanto el sorgo para grano como el sorgo para forraje son cultivos muy antiguos en nuestro país, probablemente anteriores al del maíz, debido a que el sorgo es originario de África y debió introducirse en España en la Alta Edad Media, mientras que el maíz se introdujo, obviamente, a partir del descubrimiento de América.
Los sorgos se cultivaban tradicionalmente bajo los nombres populares de zahinas, alcandías, panizos o dazas, con los mismos objetivos que ahora, para grano y para forraje, aparte de pequeñas cantidades para hacer escobas con sus panojas.
El sorgo es una planta monocotiledónea, incluida entre los cereales, y de aspecto exterior parecida al maíz, del que difiere por la flor, que es terminal y hermafrodita (produce polen y grano en la misma flor), mientras que el maíz tiene penacho (flor masculina) y mazorca (flor femenina). Como el maíz, tiene hojas largas y relativamente estrechas, con nervaduras paralelas. Difiere también del maíz en que ahija mucho más que éste, y en que su grano es mucho más pequeño y redondeado. El color del grano es muy variable, desde el blanco al castaño, pasando por el rojizo, admitiendo combinaciones de colores.
Del género Sorghum se han hecho muchas clasificaciones, pero se puede afirmar que todas las variedades cultivadas,
tanto para grano como para forraje, así como el pasto del Sudán, pertenecen a las especies Sorghum bicolor (L) Moench.,
(coincidente con S. vulgare Pers) y S. sudanense (Piper) Stapf. Realmente la clasificación que interesa al agricultor es ésta:
-
a) Sorgos para grano, como los tipos denominados Milo, Kafir, Hegari, Feterita, Durra, Shallu, Kaoliang y sus híbridos.
-
b) Sorgos para usos especiales, como los sorgos de escobas.
-
c) Sorgos de tallo azucarado y jugoso.
-
d) Sorgos para pasto, como la «cañota» y el pasto del Sudán.
Los más importantes de ellos forman parte de los denominados sorgos para grano y sorgos para forraje. Los de grano son los recogidos en el grupo a), así como los híbridos de distintas variedades de este mismo grupo. Para forraje se cultivan sorgos del grupo c), del grupo d), híbridos entre variedades del grupo c), hibridos entre variedades del grupo d), e híbridos entre variedades de los grupos c) y d).
Aparte de estos tipos, existen en el mundo otros para aprovechamiento tan diversos como palomitas, pan, cervezas, pasta de papel, tapioca y otros.
Como el maíz, el sorgo es una planta de escarda, por lo que puede ser cabeza de alternativa. Por su rusticidad puede ser una planta de uso excepcional en alternativas en las que escasee el agua, de forma que se atienda preferentemente a otros cultivos y se le den al sorgo sólo los riegos imprescindibles, espaciándolos más días, o con menor dotación de agua. A continuación del sorgo no debe ponerse otro cereal, sino una leguminosa que enriquece el terreno en nitrógeno u otra planta que se abone con mucho abono nitrogenado, para evitar una posible depresión en el cultivo siguiente al sorgo debida al abundante rastrojo de sorgo enterrado, con una relación C/N muy alta que demanda mucho nitrógeno.
El dedicar parte del terreno a sorgo puede ser una solución para las zonas de monocultivo de maíz, debido a que se garantiza el mejor riego del cultivo principal si escasea el agua y se obtiene casi el mismo rendimiento si el agua no falla. En cualquier caso, al ser una planta diferente, siempre producirá un descanso beneficioso de la tierra.
One thought on “Sorgo, otra alternativa en la rotación de cultivos”