La lluvia y la nieve de la última semana han dado un respiro a la crítica situación en la que se encuentran los embalses de la cuenca del Ebro, duramente castigados por la sequía. En la última semana, esta cuenca hidrológica ha ganado 185 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que ha supuesto un incremento de prácticamente el 4% en solo siete días. La reserva de agua embalsada en esta fecha en la cuenca del Ebro es de 2.622 hm3, lo que representa un 58% de la capacidad total de embalse de la cuenca.
Aunque esto ha aliviado ligeramente la situación, el problema persiste y sigue siendo extrema en zonas como el valle del Jalón. La reserva hídrica en la cuenca del Ebro sigue estando por debajo de la que tenía hace un año (-170 hectómetros cúbicos). Aún peor es si se compara con el promedio del última década: 240 hectómetros cúbicos por debajo de lo que era lo normal en esta época del año.
Después de las lluvias de hace unos días, los cambios en los embalses de la cuenca del Ebro y más en concreto de la provincia de Huesca son apenas apreciables. Entradas de 10 hm3 en Mediano y Sotonera son las cantidades más destacables. El sistema de riego de Riegos del Alto Aragón ha visto cómo esta semana entraban 23 hm3. En el sistema de Aragón y Cataluña I, que se surte del Ésera, han entrado 5 hm3.
En total, en los embalses de la provincia de Huesca han entrado 30 hm3 de agua, y han salido 3 hm3. Tan sólo ha perdido esa cantidad de agua, La Peña. Ha entrado agua en Barasona, 5 hm3, y se queda al 49,8%. En Santa Ana, que está al 73,7% ha entrado 1 hm3. Los mayores incrementos han sido para Mediano, con 10 hm3; aún así se queda en un 31,2%. En Sotonera entraban otros 10 hm3, y está al 45,7% de su capacidad. El Grado cuenta con 1 hm3 más, y está al 76,1%. A Búbal han entrado 3 hm3, está al 24,8%. Se han quedado como estaban Escales (al 37,2%), Canelles (al 47,6%), Lanuza (al 64%) y Vadiello (al 50,9%).
En otras zonas, sin embargo, la situación está lejos de mejorar. Así, la sequía sigue siendo extrema en el Valle del Jalón, en la margen derecha del Ebro. El embalse de La Tranquera, del que depende todo este gran corredor agrícola y del que bebe la ciudad de Calatayud, se encuentra a tan solo el 27% de su capacidad. En la última semana ha ganado tan solo 0,7 hectómetros cúbicos, una cantidad nimia en comparación con la acusada sequía que padece esta presa.