La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) estima que la cosecha de cereales de invierno de esta campaña se sitúa en los 17 millones de toneladas. Esto supone un aumento significativo de producción respecto al año 2017 (marcado por la sequía), pero sin llegar a las producciones récord del año 2016.
Desde la organización agraria observan una campaña muy irregular debido a una sementera con escasez de precipitaciones lo que provocó una nascencia deficiente y una primavera muy lluviosa lo que ha obligado a los productores a realizar tratamientos extras de herbicidas, fungicidas y fertilización, con el consiguiente incremento en los costes de producción.
Además, debido a las abundantes y tardías lluvias de primavera, la cosecha en general se ha visto retrasada entre 3 y 6 semanas, según las diferentes zonas productoras. En otras campañas por estas fechas buena parte de la cosecha del sur de España estaba ya recolectada.
Desde la organización agraria han indicado que según los datos de las distintas provincias en trigo blando se espera una producción de 5,5 millones de toneladas; en trigo duro, 1,25 millones; en cebada, 8,5 millones, y en otros cereales (avena, centeno y triticale) 1,75 millones de toneladas.
La principal preocupación de la Sectorial de Cereales de Asaja vuelven a ser los precios, que se encuentran en los mismos niveles de hace 25 años, con unos costes de producción muy elevados y que este año lo han sido de manera especial. Esto está provocando el cambio a cultivos leñosos en zonas tradicionalmente cerealistas.