La Comarca de la Hoya de Huesca organizó unas conferencias bajo el título “Canal de la Hoya de Huesca: pasado, presente y futuro”. La Comarca quería así reivindicar la creación de 8.000 hectáreas de regadío, que se trata de un proyecto pendiente de las regulaciones del río Gállego. A dichas conferencias acudió el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona; Juan Lino, presidente de la Asociación del Canal de la Hoya de Huesca; y César Trillo, presidente de Riegos del Alto Aragón.
En la mesa redonda organizada en Chimillas, el consejero Joaquín Olona mostró su respeto al deseo de la comarca por este canal, pero reconoció que la prioridad es la regulación del Gállego con el sistema de los embalses de Biscarrués y Almudévar, planteando que haya una zona regable junto a cada uno de ellos.
El presidente de la Asociación del Canal mantiene que este canal sería un motor de desarrollo y de equilibrio territorial. Juan Lino llevó a la conferencia el viejo proyecto para traer agua a través de un túnel en Sierra Caballera para trasladar el agua del río Gállego desde el azud de Anzánigo y regar 35.000 hectáreas. Este proyecto, con un presupuesto de 380 millones, ya fue descartado por el Gobierno de Aragón por considerarlo costoso e inviable.
Por otro lado, el presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo, se mostraba escéptico sobre la viabilidad económica de un tubería a través de Sierra Caballera y de transportar agua hasta el embalse de Montearagón. Prefiere hablar de riegos de la Hoya de Huesca frente al Canal de la Hoya, y siempre sin especificar el número de hectáreas. César Trillo también recordó que el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro determina que el Canal se suministrará de las infraestructuras de Riegos del Alto Aragón, con una dotación de 50 hectómetros cúbicos, y que se empezará a regar cuando se ejecute la regulación del Gállego.
Al evento también asistieron representantes de la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, que manifestaron que la pérdida de caudales del río Gállego tendría una incidencia negativa en las aguas bravas y el desarrollo turístico de la Hoya. Esta Coordinadora considera que se trata de un proyecto del siglo XIX, sin sentido en estos momentos y que no son soluciones reales a los problemas de la comarca.