Diario del Campo acerca la crónica de lo visto en el Salón Internacional de Maquinaria Agrícola (SIMA) de París. El autor del texto es Pedro Arnal, experto en mecanización agraria.
Tamaño, rapidez, autonomía y precisión
“Pasada la celebración del Salón Internacional de Maquinaria Agrícola (SIMA) de París, es el momento de analizar las distintas tendencias de los equipos presentados en el mismo.
De forma general se puede que la observación de las máquinas presentadas permite conocer las principales tendencias actuales, así como su proyección hacia el futuro.
Para responder a las demandas de los agricultores de una mejoraen resultados económicos y una ganancia de la productividad, los equipos continúan aumentando de tamaño y se observa un aumento mayor en la rapidez de ejecución de las labores.
En la mayoría de los casos integran tecnologías de comunicación para aumentar su autonomía, para mejorar su precisión y para facilitar la toma de decisiones.
Estas mejoras incorporadas por los fabricantes se apoyan, a su vez, en la automatización de los sistemas, y en la adquisición y el tratamiento de los datos a partir de captadores instalados en las máquinas, de captadores de análisis del comportamiento de plantas o de animales, y de las condiciones del suelo.
También en la utilización de herramientas de ayuda a la toma de decisiones, combinando los diferentes datos con las informaciones obtenidas de la geolocalización.
Hoy en día prácticamente todas las operaciones culturales así como el seguimiento de animales en el campo, en la granja o en los edificios se ven influenciadas por la evolución de la tecnología digital.
Por lo que se refiere a los tractores, estos serán cada vez más autónomos, por lo que el agricultor dedicará menos tiempo a la conducción. De esta forma podrá mejorar la gestión de su explotación.
Los tractores viñeros y fruteros podrán adoptar de serie las tecnologías actualmente disponibles para los tractores normales, como por ejemplo los sistemas hidráulicos con bomba de caudal variable.
Se desarrollará la producción de energía eléctrica que servirá para la tracción y para el accionamiento de equipos.
Dado que los neumáticos han llegado a sus límites en cuanto a transmisión de potencia, será necesario diseñar otros sistemas diferentes para trabajar”
Personalización de equipos y regulación desde la cabina
“En lo referente a ABONADO QUÍMICO, se mejorará la modulación de las dosis para acercarse a las necesidades de los cultivos. También se combinará el abonado con otras labores (siembra o laboreo) para localizar el abono cerca de las raíces y reducir el número de pasadas.
No parece que vayan a seguir aumentando las anchuras y las capacidades de las abonadoras. Sí que es posible que, si aparecen los generadores eléctricos en los tractores, sea ésta la energía con la que se acciones los discos distribuidores.
Si hablamos de los ABONOS ORGÁNICOS, es evidente que hay que valorarlos desde el punto de vista agronómico y económico. Por ello son fundamentales la geolocalización y la trazabilidad de los abonados.
Las dosis se verán influenciadas por limitaciones de tipo climático o de reglamentación medioambiental. El problema de la compactación del suelo se podrá limitar aligerando los equipos con la utilización de composites, o modificando la presión de inflado desde el puesto de conducción.
Para los equipos de TRABAJO DEL SUELO, se proponen máquinas cada vez más anchas y parece que se tiende a personalizar los aperos a la demanda del agricultor. Las regulaciones se realizarán desde la cabina gracias a la incorporación del isobus.
Algo parecido ocurrirá con las SEMBRADORAS, en las que además de centralizar las regulaciones se aumentará su polivalencia y su versatilidad.
Los PULVERIZADORES tendrán chasis ligeros y robustos para poder tratar a velocidades elevadas, por encima de los 20 kilómetros por hora. Se dotará a los equipos de elementos de detección de malas hierbas o de enfermedades, así como de selección automática de boquillas, inyección directa,… Se mejorará la protección del aplicador al reducir el contacto persona-producto.
En el mercado de las COSECHADORAS aparecen dos tendencias diferenciadas:
- Máquinas grandes, muy potentes, de tipo axial, con capacidad de trabajo importante para satisfacer a las empresas de servicios.
- Máquinas pequeñas, convencionales, de fácil mantenimiento y regulación para los agricultores individuales.
Será necesaria una formación específica sobre el terreno debido al aumento de la complejidad de los equipos y de la automatización generalizada de las regulaciones.
La anchura de trabajo no aumentará mucho más ya que no se reparten bien los residuos. También se limita por problemas agronómicos (peso) y de circulación vial (anchura)”.
¿Hacia una agricultura controlada por los datos?
“En la RECOLECCIÓN DE FORRAJES se tendrá en cuenta la calidad alimentaria de los mismos, que se conocerá mediante captadores y analizadores, y se colocarán dispositivos para añadir aditivos que mejoren su conservación.
En FRUTAS Y LEGUMBRES se irá a máquinas cada vez más autónomas, con lo que disminuirá la mano de obra necesaria. Los agricultores serán más programadores de equipos que simples conductores.
Se generaliza el guiado por GPS y por cámaras. Las máquinas llegarán a ser robots y la gestión de los trabajos se realizará desde la oficina de la explotación. El trabajo será cada vez más preciso y más eficaz.
En RIEGOS hay que indicar que el coste energético está en trance de seguir subiendo los próximos años, por lo que será necesario aumentar la eficiencia de la energía y del agua para reducir los costos. Será necesario conocer bien las necesidades del cultivo y poder modular las aportaciones para ahorrar agua.
En los EQUIPOS GANADEROS se evolucionará hacia los robots (de ordeño, alimentación,…) así como a la utilización de equipos de vigilancia de los animales para detectar celos, embarazos o la situación del animal en la cuadra.
En lo referente a SEGURIDAD Y PREVENCIÓN la comunicación tractor-apero tendrá automatismos que liberarán al agricultor de trabajos repetitivos.
Como contrapartida será necesaria una mejor formación para realizar los trabajos.
Es posible que, una vez pasado el periodo de inversiones para respetar las normas de emisiones, los fabricantes investiguen e inviertan en aspectos de seguridad y confort.
Finalmente y por lo que se refiere a las NUEVAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN ¿vamos hacia una agricultura controlada por los datos?
Hoy en día ya trabajan de forma conjunta electrónicos y mecanicistas especializados en la adquisición y el almacenamiento de datos.
Se diseñan nuevos captadores, nuevas formas de uso de los datos, formas fiables de gestionarlos,… ¿serán estos un criterio de compra para los agricultores?
Sí que parece que en el futuro se potenciará la integración de captadores en las máquinas así como la aplicación de tecnologías inalámbricas para la comunicación máquina-tractor.
Al igual que en la seguridad será necesario un mejor nivel de formación para poder aprovechar estos elementos que los fabricantes pondrán al alcance de los agricultores”.
Fuente: diariodelcampo.com