Durante el mes de julio se ha producido una nueva caída de los precios de las materias primas, que ya acumulan bajadas significativas, en algunos casos superiores al 20 %. El porqué de este desplome en los precios se debe a varios factores.
En primer lugar, se debe a una mejora en la oferta, sobretodo en el caso del crudo. Esto se debe a la mejora y al auge de las nuevas técnicas de extracción de hidrocarburos en Estados Unidos. Gracias a estos avances se pueden explotar yacimientos que con las técnicas de extracción anteriores no eran accesibles. Como consecuencia, la producción estadounidense casi se ha duplicado en los últimos 5 años.
Por otro lado, Arabia Saudí ha modificado su estrategia. Ha pasado de una estrategia en la que buscaba mantener los precios elevados reduciendo la producción, a defender sus cuotas y consentir caídas importantes de precio para expulsar a los productores menos eficientes.
Esta bajada en el precio del crudo también ha producido una bajada en el coste de la energía, que sumado a las elevadas inversiones realizadas en nueva producción de materias primas, se traducirá en varios años en bajadas de precios.
Sin embargo, el desplome de precios no se debe exclusivamente a la oferta, sino también a la demanda. Durante los últimos años, el fuerte crecimiento experimentado por las economías asiáticas, ha sido el principal catalizador de la demanda. El reciente temor a la debilidad de la economía china, el principal consumidor mundial de materias primas, ha añadido mucha presión sobre los precios.
La caída en el precio de las materias primas tiene un efecto positivo sobre la economía global, que se ve reflejado en mayores niveles de consumo y márgenes empresariales. Los principales perjudicados son las petroleras y las mineras. También se ven perjudicados los países productores menos eficientes, básicamente Rusia y Venezuela. Las bajadas bruscas de los precios del crudo pueden ocasionar recesiones económicas en estos países.
En el futuro se puede prever que si bien los precios de las materias primas se mantendrán presionados, parece que tenderán a estabilizarse una vez se produzca el ajuste entre la oferta y la demanda. Los motivos que presionarán a la baja los precios son estructurales: abaratamiento de los costes de extracción y estancamiento en el crecimiento mundial, por menor aportación de países emergentes).