Estos apuntes ganaderos son lo más destacado del balance agrario que realiza UAGA-COAG para la provincia de Huesca en 2017, y que se puede extrapolar para todo Aragón, con la agravante de que la sequía se ha cebado con la margen derecha del Ebro y con la provincia de Teruel.
Huesca es una excepción en Aragón y en el conjunto de España en lo que al efecto de la sequía se refiere, ya que la campaña agrícola se puede considerar como normal.
Otra cosa es la situación actual en el secano, y las perspectivas en el regadío; Huesca lleva la misma dinámica de preocupación que en el resto de la comunidad autónoma.
En fruta, tal y como comenta José Manuel Penella, secretario general de UAGA, este año se ha dado la tormenta perfecta, con la continuidad del veto ruso y con altas cosechas en todos los países productores. Los precios han caído este año estrepitosamente. Incluso hay agricultores que han optado por el arranque de sus frutales.
UAGA indica en cuanto al agro en general que todo queda trastocado por el porcino, dado su crecimiento imparable. Por ejemplo, en cerdas reproductoras, el crecimiento en Huesca ha sido del 22 por ciento.
El problema está en esta provincia en el bajo nivel de sacrificio, por debajo de Zaragoza y de Teruel, y por supuesto por debajo de Cataluña. Y otro problema son las cifras engañosas del porcino, ya que el 90 por ciento de la facturación se lo llevan las empresas integradoras, quedando un 10 por ciento para la población asentada en el territorio.
Son buenos tiempos, por otra parte, para el vacuno de cebo, el cual también crece, sobre todo mirando a mercados exteriores (países del norte de África y Turquía). Por el contrario, se ha roto la tendencia creciente en vacas nodrizas. Se ha reducido la cabaña en un 1 por ciento en Huesca. Y también son malos tiempos para el ovino, con un retroceso en todo Aragón.
Fuente: diariodelcampo.com