La avena es una planta herbácea anual perteneciente a la familia de las gramíneas. La mayoría de las avenas cultivadas son hexaploides. La variedad más cultivada es Avena sativa, seguida de Avena byzantina. También se cultiva la especie Avena nuda conocida como avena de grano desnudo, porque se desprenden las glumillas en la trilla.
En la producción mundial de cereales la avena ocupa el quinto lugar, siendo el cereal de invierno de mayor importancia en los climas fríos del hemisferio norte. La avena es considerada una planta de estación fría, localizándose las mayores áreas de producción en los climas templados más fríos. El principal productor es Rusia, seguido por Canadá y EEUU. España se encuentra en la décima posición en la producción mundial.
Es una planta muy sensible a las altas temperaturas, sobre todo durante la floración y la formación del grano. Las necesidades hídricas de la avena son las más elevadas de todos los cereales de invierno, por ello se adapta mejor a los climas frescos y húmedos, de las zonas nórdicas y marítimas. Así, la avena exige primaveras muy abundantes de agua, y cuando estas condiciones climatológicas se dan, se obtienen buenas producciones.
Se trata de una planta rústica, poco exigente en suelo puesto que se adapta a terrenos muy diversos. La extracción media de avena por hectárea y tonelada es de 27’5 kg de N, 12’5 kg de P2O5 y 30 kg de K2O. Para una producción de 3.000 kg por hectárea habría que pensar en un abonado de unas 100 unidades de N, 50 unidades de P2O5 y 90 unidades de K2O.
El grano de avena se utiliza principalmente en la alimentación del ganado, aunque también es usada como planta forrajera, en pastoreo, heno o ensilado, sola o con leguminosas forrajeras. La paja de la avena está considerada como muy buena para el ganado. De hecho, el grano de avena es un magnífico pienso para el ganado caballar y mular, así como para el vacuno y el ovino. Además, es buena para animales de trabajo y reproductores por su alto contenido en vitamina E. En menor medida, la avena se destina para consumo humano en la mezcla con harina de otros cereales para la fabricación de pan, así como en la fabricación de alcohol y bebidas, o productos dietéticos.
El valor nutricional del grano de avena es superior al de otros cereales, al ser la avena más rica en aminoácidos esenciales, especialmente lisina. El contenido en proteínas digestibles del grano de avena es mayor que en maíz y también tiene una mayor riqueza en materia grasa que la cebada y trigo.
Por todo esto la avena puede ser una excelente alternativa en la rotación de cultivos, de forma que permita al agricultor diversificar sus producciones y diferenciarse con productos distintos. Además de los conocidos beneficios que aporta la rotación de cultivos (control de plagas y malas hierbas, mejora del suelo,…) el agricultor puede obtener algo más de rentabilidad y no está tan expuesto a las variaciones de precio de un solo producto.